viernes, 27 de mayo de 2011

Asensi y Sánchez Vidal reciben el Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza EFE. ZARAGOZA

LITERATURA

Ambos autores han destacado hoy la importancia de este galardón por considerar que reconoce uno de los géneros que más conectan con el público y más lectores tiene en el mercado.

Agustín Sánchez Vidal y Matilde Asensi, durante la entrega de los Premios de Novela Histórica Ciuda de Zaragoza.OLIVER DUCH Agustín Sánchez Vidal y Matilde Asensi, durante la entrega de los Premios de Novela Histórica Ciuda de Zaragoza.OLIVER DUCH Los escritores Matilde Asensi y Agustín Sánchez Vidal han destacado hoy la importancia del premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, que les ha galardonado en esta edición, por considerar que es uno de los géneros que más conectan con el público y más lectores tiene en el mercado.

La escritora alicantina Matilde Asensi ha recogido esta tarde el Premio de Honor de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, mientras que el zaragozano Sánchez Vidal ha recibido el Premio Internacional por su obra 'Esclava de nadie', sobre la vida de Elena de Céspedes, una hermafrodita sometida a un proceso inquisitorial a finales del siglo XVI.

En una rueda de prensa previa al acto de entrega de premios, Matilde Asensi ha reconocido que recibir éste premio «es tan sumamente importante que es muy difícil transmitir la sensación».

Para la escritora alicantina este galardón es «un premiazo muy grande» e «implica una ilusión enorme» comparable, ha asegurado, a «como cuando te dan el Nobel».

Pero además, es que es un galardón que el género de novela histórica «se merece» porque «le gusta mucho a la gente y hay que reconocerlo» y por eso su idea es «seguir escribiendo» e incluso se ha atrevido a anunciar que «si vivo lo suficiente» narrará la historia del movimiento 15-M, cuyos miembros se encuentran acampados precisamente frente a la Casa Consistorial donde se ha celebrado el acto.

Preguntada por el entusiasmo que le ha provocado este reconocimiento, Asensi ha reconocido que en su trayectoria no ha recibido excesivos premios porque «no he querido entrar en ese circuito» y solo ha aceptado aquellos «en los que no hay editoriales metidas en los jurados».

«Prefiero ganarme a pulso a mis lectores con la calidad de mi trabajo» que «no va a depender de una publicidad gratuita gracias a un premio», ha sentenciado la escritora.

El primer autor aragonés premiado

Agustín Sánchez Vidal también ha agradecido este premio, dado por escritores especialistas en novela histórica, para un personaje que ha existido y que «no tiene el conocimiento que merece esta peripecia de una mujer que se dedicó a vivir con plenitud».

Sánchez-Vidal
consideraba que «había una verdadera responsabilidad» con el protagonista de la historia y los lectores y al que ha tratado como una persona y no como un personaje de «barraca de feria».

Además de por ser la primera vez que el premio lo ha recibido un escritor aragonés, este experto en cine ha mostrado su satisfacción porque haya sido en el género de novela histórica, «el segmento más concurrido del mercado» y uno de los que tienen mayor consenso del jurado.

No obstante, ha reconocido que él no es un autor de género sino que previamente analiza el personaje y le da a la trama «todo lo que pide» y el de Elena Céspedes «fue un caso real y tiene interés en la medida en que el personaje forma parte de una época» y que además su transformación en novela le supuso «un trabajo considerable» porque era un proceso inquisitorial de 600 folios.

El escritor Juan Bolea ha destacado la dificultad que supone acceder a este premio porque las propias editoriales hacen una criba y las novelas que se presentan «son excelentes» y el jurado está compuesto por escritores que «analizan al detalle cada uno de los textos».

En el caso de la novela de Sánchez Vidal ha dicho que «vimos algo extraordinario», ya que además del género aportaba la historia del primer caso de hermafroditismo, incluía capítulos dedicados a la inquisición y el uso de vocablos del siglo de oro utilizando una prosa «moderna y eficaz», entre otros aspectos.

En el caso de Matilde Asensi, además de su trayectoria, Bolea ha señalado que el jurado ha reconocido su aportación estilística y técnica al género y el manejo de la intriga.

El Premio de Honor de Novela Histórica de Zaragoza reconoce la trayectoria y los méritos de un autor a lo largo de su carrera literaria, en relación con el género de la novela histórica, y desde que fue fundado en 2006, ha recaído en Noah Gordon, Gisbert Haefs. Antonio Gala, Lindsay Davis y Jean Michel Thibaux.

En la edición de 2011 han concurrido al Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 34 obras procedentes de 22 editoriales, que han sido evaluadas por el jurado compuesto por Juan Bolea, Almudena de Arteaga, María Corona Iglesias, Santiago Posteguillo, Magdalena Lasala, Luisa Miñana y Alfonso Mateo Sagasta

lunes, 16 de mayo de 2011

VISITA DE FERNANDO LALANA

El próximo día 20 de mayo a las 17:00h. el escritor zaragozano Fernando Lalana visitara la biblioteca, tendremos el placer de disfrutar de otra tertulia literaria con este autor gracias al grupo de lectura El Corrinche. Quedáis todos invitados no os lo perdáis.

ENTREVISTA DE JORGE MANGAS PEÑA A FERNANDO LALANA . ABRIL 2004

¿Qué te impulsa a escribir? ¿Cuándo y por qué y cómo empezaste a escribir?

Los motivos son dos, principalmente: El dar de comer a mi familia a diario y la necesidad personal de que la gente me quiera. Por supuesto, no concibo la literatura sin lectores y sin que los lectores me hagan llegar sus halagos. Sobre la segunda pregunta: Empecé a escribir a los catorce años. Cuentos muy cortos. Para intentar ligar con las chicas que me gustaban. Daba muy buen resultado, por cierto.

¿Qué quieres contar?


Me es indiferente, con tal de no dejar indiferentes a los lectores. Siempre que sean historias divertidas, emocionantes, interesantes... cualquier cosa. Excepto mi vida. Y nada de dar lecciones o de intentar convencer a los lectores de que piensen como yo. Mucho ojo con esos autores "didácticos" que se creen en posesión de La Verdad.

¿Cómo quieres contar (técnicas, medios expresivos, estética...)? ¿Lo consigues siempre?


Suelo narrar en primera persona y hacerlo en clave de humor. O, al menos, utilizar el humor siempre que puedo, que es casi siempre. Las intrigas se me dan bien y me divierten, también. Tengo facilidad para escribir teatro pero como no estoy metido en los círculos necesarios como para que me dé dinero, escribo teatro solo esporádicamente y siempre por encargo. Poesía, nada. Eso es otro nivel. Para hacer poesía hay que nacer poeta y yo no he nacido poeta. No confundir "poesía" con hacer versos, claro está.

Proceso creativo: ante el germen de una historia o poema, ¿permites que te crezca dentro y madure el tiempo que resulte necesario antes de verterlo a papel o lo viertes desde el primer indicio y permites que se desarrolle ya en el exterior y te arrastre?


Yo soy de los que creen que los libros hay que pensarlos totalmente antes de escribirlos. Cuando me pongo a escribir la primera línea es porque ya sé todo lo que quiero contar. Posiblemente llevo varios meses (en ocasiones, incluso años) dándole vueltas en la cabeza. Cuanto más claro lo tengo, mejor y más rápido lo escribo.

¿Estudio, aprendizaje y perfeccionamiento de técnicas o espontaneidad y escritura "de oído"?


A escribir se aprende leyendo. Y se mejora practicando, como todos los oficios. Las "academias de escritores" me parecen una tomadura de pelo.

¿Cómo se puede reconocer la "pasión" en un texto? ¿Cómo se le puede añadir pasión a un texto en apariencia "frío o cerebral"? ¿Es necesaria la pasión? ¿Dónde están los límites?


Ni idea, realmente. Aunque no creo que sea necesaria la pasión para apasionar al lector, que en el fondo es lo único importante. La buena técnica, el buen oficio, creo que son más importantes que la pasión. Eso sí, límites, ninguno. Cada cual, hasta donde quiera. O pueda.

¿Te obligas a no contar lo que quisieras contar (autocensura)? ¿Aceptas mordazas externas? ¿En qué circunstancias la autocensura (o la censura externa) puede ser necesaria?


Yo siempre escribo lo que me apetece. Nunca tengo la sensación de practicar la autocensura. Quizá tengo el listón muy bajo y no me hace falta. Todas las editoriales practican la censura en lo que llaman su "línea editorial". No conozco ninguna dispuesta a publicar cualquier cosa, sin límite alguno. Pero, precisamente lo que una rechaza, otra lo acepta y ese es el medio de esquivar esa limitación. El único límite que yo admito es el de la ley, en cada lugar y en cada momento.

¿Diriges la obra a un lector (espectador) o el hecho de que alguien pueda leer lo escrito es secundario? ¿Piensas en allanarle el camino al lector o el lector debe adaptarse a las posibles dificultades del texto?


Puede parecer contradictorio pero no lo es: Yo escribo para mí y no para los lectores, en el sentido de seguir mis propios criterios siempre y nunca tratar de hacer obras "prefabricadas". Pero, al mismo tiempo, no concibo escribir si no es para que alguien lo lea. Más aún: Para que alguien lo lea y luego venga a decirte que le ha gustado eso que ha leído. Yo no encuentro placer en escribir. Solo en sentir la respuesta favorable de mis lectores. Insisto: Yo escribo para que la gente me quiera; y si no es así, esto no tiene ninguna gracia.

Cómo te defines a ti mismo como autor (estilo, inquietudes, horizonte-proyectos...).


Un mercenario. Yo siempre he escrito para obtener algo a cambio: Para ligar con una chica, para ganar dinero, para recibir halagos de los lectores... Y si me toca la lotería, prometo firmemente no volver a escribir ni una línea más. Ese es mi máximo anhelo, tras haber puesto en el mercado ochenta y cinco libros, por ahora.

Ante el bloqueo creativo (durante la construcción de una obra, o antes de comenzarla, o recién terminada), ¿qué soluciones adoptas?


¿Bloqueo? ¿Qué bloqueo?

El escritor, ¿debe abrirse o cerrarse al diálogo con otros autores? ¿Se pueden romper las barreras generacionales, entre tendencias, entre artes, entre países y entre ámbitos culturales?


Se puede hacer, claro, como en todos los órdenes de la vida. Pero ni me parece necesario ni creo que las fusiones culturales, generacionales, etc. garanticen resultados artísticos o creativos superiores a la suma de esos esfuerzos artísticos aislados. El diálogo entre autores no me parece mal pero no creo que altere sustancialmente la capacidad de cada cual. Y, por supuesto, también hay autores imbéciles con los que es mejor ni hablar, no sea que te contagien su estupidez.

Pregunta abierta: anota aquí si quieres aquello que desees aportar según tus experiencias y que no queda recogido en las cuestiones anteriores.


Algo que todos sabemos: En España, el mercado editorial es un verdadero dislate. Siendo un país escasamente lector, se publica en cantidades disparatadas. Siendo muy, muy generoso, considero que la mitad de lo que se publica en España (tanto original como traducciones de extranjeros) nunca debería haber visto la luz.
Mientras yo soy cada vez más consciente de las grandes dificultades y de la gran especialización que supone escribir para niños, veo cómo la literatura infantil y juvenil es menospreciada cada vez en mayor medida. Sobre todo, por parte de sujetos que se autoproclaman escritores y no saben ni siquiera utilizar correctamente el subjuntivo.

lunes, 9 de mayo de 2011

DANIEL NESQUENS

Mañana dia 10 de mayo de 2011 el escritor zaragozano Daniel Nesquens estara en la biblioteca municipal de Pinseque a partir de las cinco de la tarde. Tendremos una entretenida tertulia literaria y luego firmara libros a los que deseen acercarse.

Entrevista a Daniel Nesquens


Escrito por Pablo Cruz el Domingo, 1 mayo, 2005

Daniel Nesquens entró por la puerta grande de la literatura infantil hace dos años, cuando publicó su primer libro para niños: Diecisiete cuentos y dos pingüinos. Nadie que haya leído los relatos que en él aparecen se ha quedado indiferente: todos opinan que son excelentes y conmovedores, y que los pingüinos que aparecen en el primer cuento son una de las ilustraciones más acertadas de Urberuaga. Pero si el comienzo fue bueno, al año siguiente publicó, junto a la ilustradora Elisa Arguilé, un libro que ha dado, y dará mucho que hablar: Hasta (casi) 100 bichos.

De Daniel apenas han aparecido un par de fotos en la prensa, y casi siempre con el mismo gesto: sujetando un lápiz entre los dientes, del mismo modo como los piratas sujetaban los sables cuando se disponían a abordar un barco. Pues bien, esta vez hemos sido nosotros quienes, a golpe de ratón, hemos atacado sus flancos con la intención de averiguar algo más de este escritor con nombre de jugador de fútbol. Y, aunque a alguno de vosotros le cueste creerlo, la entrevista que vais a leer a continuación es real. No lo parece, pero es así. Y si no lo creéis, leed alguno de sus libros. Os convenceréis.

Como advertencia, una cita de Monterroso con la que Daniel nos pone sobre aviso, para que luego nadie se queje: “La respuesta a su pregunta es muy difícil. En general encuentro siempre difícil dar respuestas para ser publicadas, pues tiendo a bromear, y entonces quedo como frívolo, o me pongo serio y quedo como un tonto”.

Cuéntanos algo de tu trayectoria literaria o artística antes de recalar en la literatura infantil.

Poca cosa puedo contar. Como digo en Diecisiete cuentos y dos pingüinos, mi biografía cabe en el reverso de una tapa de yogur. Da igual el tipo de yogur: desnatado, natural, de frutas del bosque, con cereales, biofidus, bajo en alquitrán…

Si acaso, podría contar algo de mi trayectoria culinaria: deglutí mis primeras frutas a los cinco meses y medio; mi primer jarrete de ternera (triturado), a los seis, el jamón de Jabugo…

En tu biografía leemos que también te dedicas a dibujar viñetas…

Así es, como usted dice.

¿Por qué decidiste probar suerte en la literatura para niños? ¿Fue después de comprender que no tenías posibilidades como futbolista de Primera División?

Efectivamente, me lleve una gran desilusión (de Renoir) cuando aquel entrenador (nunca olvidaré el nombre de su hija) me dijo que no me hiciese ilusiones, que mi futuro futbolístico era muy oscuro, que el equipo no necesitaba de mis servicios. Así que para no aburrirme me fui a una librería (Librería París) y me compré dos libros. Libros que leí. A estos books le siguieron otros, y otros. Y la lectura me llevó a la escritura.

“Mi biografía cabe en el reverso de una tapa de yogur”

En tu bibliografía, bastante extensa para un periodo de dos años, podemos distinguir claramente dos clases de libro: el álbum para los más pequeños, y el libro infantil o incluso juvenil. ¿Con cuál de esta clase de libros disfrutas más?

Me es indiferente. El deleite que produce la contemplación de un buen álbum es extraordinario. Pero igual me pasa con un texto.

¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?

Vengo observando que aprovecha cada cuestión para hacer dos preguntas, ¿por qué? Con lo fácil que sería hacer primero una pregunta y luego, una vez contestada, la otra. ¿Cuál era la pregunta?

¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?

Vi algunos dibujos de Elisa, me gustaron mucho. Es más, me gustaron una barbaridad. Le propuse casarnos, pero me contestó que me conformase con unas ilustraciones para un cuento. Le di el cuento y lo ilustró. Maravilloso. Lo tenemos guardado en un cajón.

La valoración que hago es muy positiva. Creo que esta mujer es una de las mejores ilustradoras a nivel (subrayé) mundial.

Hasta ahora no has sobrepasado el límite del relato breve. ¿No te atrae la idea de una novela juvenil o infantil?

Sí que me atrae, pero de momento la cosa está así.

En Hasta (casi) 100 bichos, premiado recientemente con un “White Ravens”, encontramos referencias cinematográficas, musicales y literarias no siempre fáciles de interpretar por un joven lector. ¿Está dirigido este libro a adultos con sentido del humor?

Hasta (casi) 100 bichos (¿ha dicho usted que le han otorgado un White Lavel, o algo así?) es un libro dirigido por Nesquens e interpretado por todo aquel que le guste sonreír. Pero no se confunda, que lo veo algo joven, interpretado por todo aquel que le guste el humor blanco, absurdo, surrealista. En este grupo no meto a los patanes que se ríen cuando una anciana se cae al suelo en un paso de peatones algo mojado por la lluvia que escasea.

Sin abandonar este libro, recuerdo una frase, en el capítulo dedicado al pez denominado “Japuta”, que en más de una editorial te habrían tachado sin contemplaciones: “A la japuta le podrían haber designado con otro nombre más decoroso: jamera, jabrón, jarica, zorraja…”. ¿Has tenido alguna vez problemas con tus editores en este aspecto?

En este as-pez-to no. Los tengo en otros.

En la historia de la literatura infantil y juvenil hay algunos autores transgresores y arriesgados. ¿Te sientes uno de ellos?

Cíteme ejemplos de autores de este tipo.

Roald Dahl, Richmal Cromptom, Astrid Lindgren, Gianni Rodari

Si se fija están todos muertos. Pero contestado a su pregunta la respuesta tiene dos letras. Una de ellas es vocal.

La imagen de autor cínico con fondo sentimental que sacamos a partir de tus obras, ¿se corresponde con tu personalidad?

Lo de cítrico puede ser verdad. Todos los días desayuno un zumo de naranjas. Lo de sentimental, bueno ¿quién no es sentimental en este mundo que vivimos?

¿Qué nuevos proyectos tienes en mente? ¿Seguirás trabajando con Elisa?

Lo que le digo, dos preguntas en una.

Estoy pensando en acometer por mí mismo las obras de la autovía Zaragoza-Teruel.

El trabajar con Elisa Arguilé no depende de mí. Depende (estoy totalmente seguro) de los editores. Desde las páginas de Babar hago un llamamiento a los editores para que nos editen. Si me permite la licencia, dejo mi correo electrónico por si algún avispado editor nos demanda trabajo: nesquens@mundodeporte.net.

Por último, me gustaría añadir que es usted muy amable. Casi tanto como mi tía Enriqueta, la que tiene el lince en su casa pensando que es un gato. ¿Y qué revista dice que es ésta?